Un pellet de
baja calidad puede ocasionar muchos problemas de rendimiento y disminuir la
vida útil de tu caldera o estufa de pellet. Es por eso muy
recomendable el uso de pellet con sello o certificado de calidad.
Desde 2011
existe una norma europea que establece unos criterios de clasificación de la
calidad del pellet según sus características, la norma EN 14961-2.
En España el
sistema de certificación del pellet con más presencia es el ENplus del European
Pellet Council (EPC) que en España se encarga de implantar Avebiom, la
asociación Española de valorización energética de la biomasa. Este sistema de
certificación contiene los siguientes puntos esenciales:
- Requisitos
para la producción y garantía de calidad de pellets de madera.
- Requisitos para
el producto.
- Requisitos
para el etiquetado, logística y almacenamiento intermedio.
- Requisitos
para la entrega a los consumidores finales.
El sistema de
certificación ENplus según La norma Europea EN 14961-2 que se refiere a pellets
de madera para uso no industrial, establece tres niveles de calidad según
características técnicas:
- La clase A1
que incluye pellets de madera de origen forestal y residuos de madera sin tratar químicamente con bajos contenidos en cenizas, nitrógeno y cloro.
- La clase A2 que se refiere a pellets con contenidos en cenizas, nitrógeno y cloro algo mayores
que la clase A1.
- La clase B que permite también utilizar madera que proviene de reciclaje.
Este sistema
de certificación ENplus certifica tanto a productores como a distribuidores.
Otro sistema es el sistema de certificación de calidad
DINplus, de la matriz de certificación Alemana DIN CERTCO. Este sistema de certificación
solo certifica la categoría de la norma A1 y sólo certifica a los productores
de pellet.
Existen otros
muchos tipos de pellets en el mercado de diversas calidades y sin sello de
garantía. No siempre significa que la calidad del pellet sea mala, sino que no
hay un organismo supervisor que garantice el cumplimiento de unos requisitos
técnicos mínimos de fabricación.
Para saber si un determinado pellet que no está certificado es de calidad, debemos fijarnos en:
- El color y brillo de la pieza. Estas deben ser lisas, con una longitud uniforme y sin polvo ya que esto produce más ceniza y hollín y la estufa o caldera se ensucia más fácilmente.
- Que las piezas estén libres de cuerpos extraños, como restos de papel, plástico, metales o tierra.
- El pellet debe ser compacto y no estar agrietado, hinchado o reventado ya que esto indica que contiene humedad y su rendimiento calorífico es menor y se genera más humo durante la combustión.
- Los pellets deben ser más densos que el agua. Si la calidad es buena, el pellets se hundirá. Si pasados cinco minutos las piezas permanecen en el fondo y no se deshacen, significa que contienen aglutinantes o colas que provocarán más humo en la combustión.